¿Qué es la periimplantitis?

La periimplantitis es la inflación de los tejidos blandos que rodean el implante, y que pueden llegar a afectar al hueso.

Esta inflamación puede ser puntual o crónica. Cuando es una inflamación crónica, la sujeción del implante está en peligro y se puede perder la efectividad de la prótesis.

Causas que provocan la Periimplantitis

La causa más habitual de la periimplantitis es la exposición de las espiras (la rosca del implante), provocando que la placa bacteriana se acumule y se inicie un proceso de inflamación. La rosca del implante la cual debería de estar completamente introducida en la encía, puede quedar expuesta cuando no se ha realizado una buena colocación del implante o no llevamos un protocolo de higiene adecuado. Esto puede suceder por no enterrarlo lo suficiente, por tener poco hueso o por tener poca encía queratizada, que es la encía que está por encima del diente y la que soporta el implante.

En otras ocasiones, la causa de una periimplantitis es una previa periodontitis.

La higiene bucal es fundamental para mantener la zona del implante limpia y sin bacterias. Una buena higiene bucal nos ayudara a evitar futuros problemas.

El tabaco también es un riesgo para nuestros dientes y nuestras encías, digamos que no ayuda nada a tener una boca sana.

Tratamiento

Según la gravedad del caso el tratamiento será más o menos conservador, necesitando de una intervención quirúrgica en los casos extremos, cuando el implante esté realmente afectado. En otras ocasiones no será necesario desmontar la prótesis, pero es fundamental llevar a cabo una limpieza de la zona de la zona afectada.

Para realizar una limpieza adecuada existen diferentes técnicas y métodos.

Limpieza de la zona afectada con curetas específicas que no dañen el implante.

Limpiar el sarro del implante con fresas y posteriormente pulir la espira del implante para evitar a futuro que no vuelva a depositarse sarro en la espira.

¿Cómo prevenir la Periimplantitis?

Para prevenir una periimplantitis, lo primero es tener una boca sana y cuidada. Hay que estudiar con mimo y cuidado qué implante es necesario según cada caso, hacer un estudio de la calidad de las encías y si el paciente tiene suficiente hueso para soportar el implante.

Busque siempre profesionales, materiales certificados y clínicas de confianza y nunca descuide la higiene bucal. Un implante no es un material orgánico, pero los tejidos que lo rodean sí lo son y están expuestos a bacterias y a las posibles patologías del mismo modo que sucede con un diente natural.

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